Claves para dominar la gestión de riesgos en la industria manufacturera

por Brian Brooks
Experto en Diseño, Desarrollo y Gestión de Sistemas de Gestión de Calidad
en QAD Inc.

Nº4 | Octubre 2024

Imagine que entra en la planta de producción y no se encuentra con el sonido habitual de las máquinas, sino con un coro de alarmas, noticias sobre el colapso financiero de un proveedor clave y noticias de un ciberataque a sus sistemas. Puede parecer una escena de una película de catástrofes, pero en el mundo de la fabricación, estos riesgos no solo son posibles, sino probables. La naturaleza compleja e interconectada de las operaciones de fabricación modernas las hace vulnerables a una amplia gama de amenazas, desde disrupciones operativas y volatilidad financiera hasta cuellos de botella en la cadena de suministro y preocupaciones ambientales.

Sin embargo, una gestión eficaz de los riesgos no consiste en ser un superhéroe, sino en estar preparado, ser proactivo y adaptable. Se trata de comprender los desafíos únicos que enfrentan las empresas fabricantes e implementar medidas estratégicas para convertir las amenazas potenciales en oportunidades de crecimiento y resiliencia.
Profundicemos en los riesgos clave y cómo afrontarlos.

Riesgos operacionales: Construyendo resiliencia desde la base
Los riesgos operativos existen en todos los aspectos de la fabricación y abarcan una amplia gama de posibles disrupciones, desde fallas en los equipos y problemas de control de calidad hasta desastres naturales y ciberataques. Si bien eventos externos como la escasez mundial de chips han puesto de relieve la fragilidad de las cadenas de suministro, la resiliencia operativa debe construirse desde cero, comenzando por el diseño mismo del producto y los procesos utilizados para fabricarlo.

Pensemos en la reciente tendencia hacia la personalización de los productos de consumo. Si bien esto ofrece a las empresas fabricantes una ventaja competitiva, también presenta importantes desafíos operativos. La mayor complejidad de las variaciones de los productos, la necesidad de líneas de producción flexibles y la posibilidad de que se produzcan errores en el cumplimiento de los pedidos introducen nuevos riesgos que las empresas fabricantes deben abordar.
Para generar resiliencia operativa, las empresas fabricantes deben adoptar un enfoque proactivo y holístico que vaya más allá de las medidas reactivas. Esto incluye:

  • Diseño para la fabricación (DFM): la incorporación de consideraciones de fabricación en la fase de diseño del producto puede ayudar a evitar problemas de producción costosos en el futuro. Esto incluye factores como la selección de materiales, la estandarización de los componentes y la facilidad de montaje.
  • Diseño para la confiabilidad (DFR): diseñar productos teniendo en cuenta la confiabilidad, a través de pruebas rigurosas y el uso de componentes de alta calidad, puede reducir la probabilidad de defectos y fallas, minimizando los costos de garantía y protegiendo la reputación de la marca.
  • Análisis de modos y efectos de fallas de procesos (PFMEA): este enfoque sistemático para identificar y mitigar posibles fallas de procesos puede ayudar a prevenir problemas de calidad y garantizar un flujo de producción sin problemas, algo especialmente crucial en entornos de fabricación complejos.
  • Principios de fabricación ajustada: la implementación de principios de fabricación ajustada, como la eliminación de desperdicios y la mejora continua, puede mejorar la eficiencia, reducir costos y mejorar la resiliencia operativa general.

Al incorporar la gestión de riesgos en la estructura misma del diseño de productos y procesos, las empresas fabricantes pueden construir una base más resiliente para sus operaciones. Este enfoque proactivo no solo ayuda a mitigar las disrupciones, sino que también permite a las empresas responder de manera más eficaz a los desafíos imprevistos, lo que garantiza la continuidad del negocio y el éxito a largo plazo.

Riesgos financieros: ¿cómo afrontar la turbulencia económica?
Los riesgos financieros, como las fluctuaciones cambiarias, los riesgos crediticios, la volatilidad del mercado y los cambios en las tasas de interés, pueden afectar significativamente los resultados de una empresa fabricante. Las recientes fluctuaciones en los precios mundiales de las materias primas, impulsadas por factores como los conflictos sostenidos en Ucrania y Oriente Medio, las disrupciones en curso de la cadena de suministro y el aumento de la inflación, subrayan la importancia de la gestión del riesgo financiero. Además, los efectos persistentes de la pandemia y las tensiones geopolíticas siguen creando incertidumbre en el panorama económico mundial.

Las empresas fabricantes pueden mitigar estos riesgos adoptando estrategias de cobertura para protegerse de las fluctuaciones cambiarias, estableciendo políticas claras de gestión del riesgo crediticio y vigilando de cerca las condiciones del mercado para adaptar sus estrategias financieras. La madurez digital puede ayudar a dar rienda suelta a tecnologías que avanzan rápidamente para afrontar desafíos como la optimización de los niveles de inventario para alcanzar los objetivos de ventas y flujo de caja de su organización.

Riesgos no financieros: impactos materiales de los factores ESG
Los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), como el desperdicio de energía, las prácticas laborales injustas y las amenazas cibernéticas, son cada vez más importantes para las empresas fabricantes a través de una combinación de valores internos y presiones externas. La creciente demanda de productos sostenibles por parte de los consumidores y el creciente escrutinio regulatorio sobre el impacto ambiental hacen que sea imperativo que las empresas fabricantes adopten prácticas sostenibles inteligentes. El descubrimiento de la esclavitud moderna en las cadenas de suministro ha dado lugar a multas significativas, daños irrecuperables a la marca e incluso restricciones al comercio internacional. Las disrupciones de TI de los sistemas heredados, ya sea causadas por la facilidad de una violación o la dificultad de mantener sistemas obsoletos, han asfixiado el rendimiento de la fabricación y han provocado pérdidas significativas de ganancias. Si bien las ventajas para la reputación de un ESG sólido dependen, sin duda, de la audiencia, es casi imposible contener las desventajas financieras y de reputación de no prepararse para desastres naturales, cadenas de suministro poco éticas y ciberataques complejos.

Al incorporar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza en las consideraciones financieras y de planificación, las empresas fabricantes pueden obtener beneficios de la responsabilidad corporativa en lugar de tratarla como otro costo de hacer negocios. Invertir en energía renovable que haga que su planta dependa menos de redes antiguas, colaborar con los proveedores para explorar diseños de productos más ingeniosos y migrar sistemas de TI obsoletos a nubes públicas que tengan la mejor reducción de carbono de su clase son solo algunas de las formas en que las empresas fabricantes pueden obtener beneficios multifacéticos de las iniciativas sustentables. Esto también hará que la transparencia y la rendición de cuentas sean más accesibles, ya que, los gobiernos y los inversores exigen informes de sustentabilidad y establecen objetivos ambientales ambiciosos.

Riesgos de la gestión de activos: ¿cómo proteger su columna vertebral operativa?
Los riesgos de gestión de activos abarcan una variedad de desafíos, desde fallas de equipos y robo o pérdida de activos hasta costos de mantenimiento y reparación y utilización de activos. Estos riesgos pueden afectar significativamente la productividad, aumentar los costos e interrumpir las operaciones, lo que afecta el resultado final de una empresa fabricante. Un ejemplo claro que destaca la gravedad de los riesgos de activos relacionados con los equipos es el incidente del vuelo 243 de Aloha Airlines en 1988 , donde un Boeing 737 sufrió una catastrófica descompresión en vuelo debido a la fatiga y corrosión del metal. Este incidente, que resultó en una muerte, causó daños significativos a la aeronave e interrumpió los viajes aéreos, lo que subraya la importancia crítica de los programas diligentes de mantenimiento e inspección para prevenir fallas en los equipos.

Para mitigar los riesgos de la gestión de activos, las empresas fabricantes deben implementar un enfoque proactivo e integral. Esto incluye establecer un programa sólido de gestión de activos para realizar un seguimiento y mantener los activos durante todo su ciclo de vida, invertir en mantenimiento preventivo y análisis predictivos para minimizar el tiempo de inactividad y proteger los activos contra robos o pérdidas mediante medidas de seguridad física y protocolos de ciberseguridad sólidos. Optimizar la utilización de los activos mediante información basada en datos y tecnologías inteligentes puede ayudar a maximizar la productividad y reducir los costos. Al gestionar sus activos de forma proactiva, las empresas fabricantes pueden garantizar la eficiencia operativa, minimizar las disrupciones y proteger sus inversiones, lo que en última instancia salvaguarda sus resultados y su reputación.

El panorama más amplio: un enfoque integral
Además de estos riesgos básicos, las empresas fabricantes también se enfrentan a otros desafíos, como los riesgos regulatorios y los riesgos para la reputación. Una gestión eficaz de los riesgos requiere un enfoque integral que abarque todos los aspectos del negocio.

Mantenerse informado sobre los cambios regulatorios, tanto a nivel nacional como internacional, es crucial para garantizar el cumplimiento y evitar sanciones costosas. Priorizar la transparencia y la conducta ética, no solo en las relaciones comerciales sino también en las prácticas ambientales y sociales, es esencial para construir y mantener una sólida reputación. Implementar un programa integral de gestión de activos, aprovechando la tecnología para rastrear y optimizar la utilización de los activos, puede ayudar a maximizar la productividad y minimizar el tiempo de inactividad.

 

Convertir los riesgos en oportunidades
El panorama de la fabricación es inherentemente riesgoso, pero también está lleno de oportunidades. Al adoptar un enfoque proactivo y estratégico para la gestión de riesgos, las empresas fabricantes pueden transformar las amenazas potenciales en peldaños hacia el éxito. Recuerde, el objetivo no es eliminar todos los riesgos; se trata de desarrollar resiliencia, adaptabilidad y una cultura de mejora continua.

En el mundo de hoy, que cambia rápidamente, la gestión de riesgos no es un hecho aislado, sino un proceso continuo. Requiere una vigilancia constante, una voluntad de adaptación y un compromiso de aprender tanto de los éxitos como de los fracasos. Al adoptar la gestión de riesgos como una estrategia empresarial fundamental, las empresas fabricantes pueden mirar más allá de la mera supervivencia y realmente prosperar frente a la incertidumbre. 

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